HISTORIA – PRODUCTORES DE PASTA ITALIANA

Cuando la pasión y la maestría artesanal se cruzan en el camino, dan lugar a productos de calidad de sabores auténticos.

Pasta Brema nació el 16 de julio de 1990 gracias a la intuición y determinación de dos jóvenes amigos, Florio Bressan y Gino Maino, quienes decidieron dedicarse a la producción de pasta fresca. La actividad se desarrolla en un pequeño laboratorio artesanal en San Pietro in Giu, donde, en un principio, se producían formatos de pasta típicos de nuestra tradición: bigoli, lasañas, tagliatelle y gnocchi. Poco después, los clientes empezaron a apreciar la calidad de la pasta Brema y comenzaron a solicitar otros tipos de formatos. Por tanto, la gama se amplió con nuevos productos, en particular, con la pasta rellena. Se incluyeron varios formatos en la selección (tortellini, ravioli y tortelloni) y una amplia variedad de rellenos.

En la misma época, también creció el mercado de clientes más allá de las provincias de Padua y Vicenza. En este punto, surgió la necesidad de encontrar una nueva sede que permitiera incrementar la producción, en términos de formato y recetas, y ampliar después los mercados de referencia.

En 2011, todavía en San Pietro in Gu, se inauguraron las nuevas instalaciones de 4400 m2, caracterizadas por dos líneas de producción que han llevado a conseguir, a día de hoy, una producción total de 1.500.000 kilos de pasta al año, con una capacidad de producción que supera los 3 millones de kg. El incremento de la capacidad de producción ha permitido ampliar las miras más allá de las fronteras italianas, iniciando un proceso de internacionalización que, poco a poco, ha llevado a Brema a exportar casi el 80% de la producción a diferentes países de Europa (Alemania, Austria, Dinamarca, Noruega, Francia…). Desde 1997, además de la gama de producción ya consolidada, el interés por el mundo de lo ecológico les llevó a la introducción de una «nueva» variedad de productos producidos con materias primas ecológicas. Con el paso de los años, dicha intuición se ha visto acreditada con el éxito de este objetivo de mercado, en continuo crecimiento.

La fábrica de pasta Brema es una de las primeras en producir una pasta fresca con materias primas ecológicas, utilizando tecnologías y sistemas de elaboración convencionales, dando vida a productos seleccionados, de gran sabor y elevada calidad.